
Nadie es eterno en el mundo,
ni teniendo un corazón
que tanto siente y suspira
por la vida y el amor.Todo lo acaban los años,
dime qué te llevas tú,
si con el tiempo no queda
ni la tumba ni la cruz.Cuando ustedes me estén despidiendo
con el último adiós de este mundo,
no me lloren que nadie es eterno,
nadie vuelve del sueño profundo.Sufrirás… Llorarás…
Mientras te acostumbres a perder,
después te resignarás cuando
ya no me vuelvas a ver.Adiós a los que se quedan
siempre les quise cantar.
Suerte y que la gocen mucho
ya no hay tiempo de llorar.No lloren por el que muere
que para que siempre se va,
velen por los que se quedan
si los pueden ayudar.
Letra y música: Darío de Jesús Gómez Zapata, (San Jerónimo, Antioquia, Colombia)
Interpretación: Sillustani (Puno, Perú)